viernes, 17 de mayo de 2013

LA NIÑA DEL LAGO


Abrió la puerta y sólo pudo ver en la oscuridad una silueta en el pasillo, un oscuro bulto de un metro de alto, erguido y sobre la superficie de un charco de agua. La luz de la luna penetraba por la ventana, provocando la sombra petrificada en el suelo de aquel extraño ser, dejando una estampa aterradora. 


Se acercó lentamente, con paso tembloroso pero decidido. La madera del suelo crujía en cada paso que daba. Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad pudo ver que aquel bulto dibujaba el perfil de una niña. Intentó verle la cara pero el pelo cubría su rostro, aun así no le hizo falta para reconocerla, era aquella niña que todos estuvieron buscando el año pasado, la misma que encontraron en el lago.

-...no puede ser ¡Te encontraron muerta!

Se acerco más, hasta que se postró de rodillas frente a ella. Él miraba fijamente su cara cubierta por su largo pelo negro. Hacia frío y podía verse como de su boca surgía el vaho de una respiración entrecortada. En ese momento la niña movió su brazo lentamente hacia su cara para apartarse el pelo. Descubrió su rostro amoratado e inflado.

-...he vuelto para vengarme por lo que me hiciste. Susurró la niña.

En ese momento todo se oscureció y sólo quedó el eco de un grito que retumbo por toda la casa.

Al amanecer, el servicio de la casa encontró el cadáver de él tendido en el pasillo sobre un gran charco de agua.

El forense diagnosticó que la muerte había sido causada por ahogamiento. Su rostro blanco, sus labios amoratados, el cuerpo hinchado y los pulmones llenos de agua. La misma que tras ser analizada pertenecía al agua del charco donde se halló el cuerpo muerto, el mismo agua del lago del valle Chew.

En una de sus manos encontraron un mechón de pelo negro que pertenecía a Natali Hudman, la niña que encontraron muerta en el mismo lago hace un año.


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